Et mon sein croirá, frémissant sous l´enlacement caressant, subir l´ètreinte de l´absent

Recuerdo la angosta escalera, algo sucio el blanquecino muro, las escaleras se subían a volandas riendo y empujándonos. Nos deteníamos en los rellanos a retomar el aire y mirarnos a los ojos ebrios de sudor y alegría.
Me parece que fué un sueño, que no era real, estás tan lejos ahora que incluso creería que no exististe . Pero las fotografias me devuelven a la realidad.
Al llegar a nuestro hogar ibamos a la ventana y me rodeabas con tu calidez. La ciudad era nuestra: los techos y las chimeneas nos saludaban con un guiño, nos mirabamos de nuevo y fuimos tan felices juntos que se me saltan las lágrimas al recordarte.

Esta noche soñaba que volvias, que jamás te enterramos, y allá estabas... fleur de mon âme.
Tuve que irme de la buhardilla para no hablar a solas y dejar de buscar tus labios por las sábanas. La vida no tiene sentido.
Creia que el tiempo borraria tu imagen de mi mente, que los años te sacarían de mi corazón, pero no ha sido asi.

¿Cómo seria el hijo que llevabas dentro?. Nunca sabrás que murió contigo. Nunca sabrá que fui su padre.
Tus ojos se cerraron con una mueca de dolor mientras apretaba tus dedos contra mis labios suplicándote que no me dejases.

Tú vives en mis recuerdos, pero yo estoy muerto en vida.